Si sigues así, algún día dejaré de visitarte

Cuando caía agotado, solo viendo el silencio de tus pasos, cojeante me bacilaba en un verte y no verte. En un acercarme y no acercarme. Yo te pedía que reces por mis sueños, que intentes mostrarme que existía la vida, pero nunca me respondías. (!Por qué ya no me respondes...)

Entonces yo lloraba, cerraba los ojos y pensaba en como sacarte una sonrisa o en como darle color a tus mejillas, hacía un nuevo intento abrazándote de costado rogando que me regalaras una mirada. Pero tu no respondías. Entonces abría los ojos nuevamente, caía de rodillas sin saber que podría hacer y mis lágrimas volvían a soltar un estupor un poco enfadado con mi destino.

Me puse a besar el aire y tu imagen, entre sollozos dártelo todo. Pero tu seguiste sin responder.

Entonces pensaba en que era hora de dejarte de hablar, te regañaba, te odiaba. ¡Por qué ya no me quieres! ¡Por qué me abandonas!. Al final solo te seguía la corriente, me callaba y te abandonaba, detestable y silenciosa mujer...